Adiós a las armas (1929), Ernest Hemingway

 


" Adiós a las armas "

( Farewell to Arms ) 1929

Ernest Hemingway

Ed. Lumen 2013, 376 pp.

traducción Miguel Temprano García

leído en ebook


Quizá uno de los libros más recordados de Hemingway del que hay por lo menos dos adaptaciones cinematográficas importantes.

El argumento es muy conocido, sobre todo por las películas y por la similitud con lo que realmente le pasó al autor cuando fue herido en la Primera Guerra Mundial.

Frederic Henry es un estadounidense muy joven que se ha alistado en el ejercito italiano como conductor de ambulancias. Conoce y se enamora de la enfermera británica Catherine Barkley. Cae herido en el frente. Se reencuentra con al enfermera en el hospital y reafirman su amor. Frederic es reincorporado a su puesto y coincide con la confusa desbandada de tropas por retirada. Se fusila a todo oficial y Fred se escapa, busca a Catherine y huyen hasta llegar a Suiza. Ella está embarazada y todo sale mal al final.

El libro tiene varios aspectos. Algunos son buenos y otros discutibles. En el aspecto positivo están las descripciones de los lugares, el ambiente, estados de ánimo, algunos diálogos, la descripción del frente y el movimiento de soldados.

Como el mismo Hemingway reconoce en alguna parte: lo mejor de "La cartuja de Parma" (1839) de Sthendal es la descripción de la batalla de Waterloo a la que asiste el protagonista Fabrizio (Frederic es un nombre muy parecido) esperando ver en acción a su ídolo Napoleón y lo único que puede contar es confusión y desastre. Lección que han aplicado muchísimos autores después y en "Adiós a las armas" encontramos una muestra de ello.

Es evidente que el conocimiento en primera persona por el propio Hemingway de los hechos le otorga un plus de autenticidad. Además considerando las circunstancias, el tipo de herida, etc. todo ello lo reduce a algo menos glorioso y heroico: cuando estalla la bomba están intentado comer el rancho y hablando de un queso. En un gesto de humildad desconocido en la vida del escritor, pero habitual en sus escritos. 

Por la parte negativa y creo que supone un gran lastre está:
_La descripción continua de la bebida, desde el principio hasta el final, es exagerada Algo patológico. Ni siquiera se puede considerar que el alcohol actúe como anestesiante de la angustia de la guerra.

_Rinaldi, el cirujano jefe italiano que es amigo de Frederic cuando habla con él usa continuamente la muletilla de "niño" (creo que en inglés dice -baby-) dando a entender que Frederic es muy joven, aunque nadie más lo señale. Se hace pesado, no tiene gracia y a mí me da la impresión de una posible homosexualidad de Rinaldo que no se advierte en ningún otro detalle.

_La relación que tienen Frederic y Catherine es extraña. Un poco extraterrestre. Aparte del primer diálogo cuando se conocen que es muy divertido:

"ㄧDejemos la guerra a un lado.
ㄧEs difícil, no hay dónde dejarla.
"
" Me incliné en la oscuridad para besarla y se produjo un violento y agudo relámpago. Me había abofeteado con todas sus fuerzas. Su mano chocó contra mi nariz y mis ojos, que por reflejo se llenaron de lágrimas "

pero después todas las conversaciones son incómodas : yo seré buena para ti, yo seré una buena esposa, tú serás bueno conmigo, etc. y él corresponde y participa de ese esquema. Es como si ella una vez ha cedido a su amor hubiera perdido toda su voluntad y solo estuviera pendiente de no contrariar a Fred. Lo cual podría ser aceptable si nos hubieran presentado un personaje de este estilo, pero ha sido al contrario: una chica con personalidad e independiente. A mí me hace sentir mal.

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